Estas figuras representan dos calabazas estilizadas con textura acanalada vertical, evocando la estética natural de los frutos de cosecha. Una de ellas tiene un tono marrón suave y la otra un blanco pálido, ambas con tallos verdes oscuros que aportan contraste y realismo. Su diseño sobrio y elegante las convierte en piezas versátiles para decoración de interiores, vitrinas temáticas o arreglos de temporada.

La calabaza grande mide 10 cm de alto por 8 cm de ancho, mientras que la pequeña mide unos 7 cm de alto por 6 cm de ancho. El peso combinado es de unos 120 gramos. Los colores pueden personalizarse según la paleta del cliente, manteniendo la textura acanalada que aporta profundidad visual y táctil.